A él le gustan las enredaderas. Mirar para arriba. Gracias a él ahora yo también miro para arriba y veo cosas que antes no veía. Ojalá yo le hubiese enseñado a mirar para adelante. Le gustan los vitraux. El dibujo. La música, escucharla y hacerla. El inconciente, a mí el conciente. Los cereales de chocolate, las galletitas Chiquilín. Le gusta hacer familia, mover constantemente el fuego de la estufa, los asados, él los hace muy bien. Hace un gesto con los labios cuando está concentrado. A veces está callado, otras veces es como un niño ruidoso que canta y juega sin parar. Baila apenitas. Imita muy bien y es muy bueno encontrando parecidos. A él, que solía ser mi amigo, quiero decirle que yo sólo quiero que se ponga bien. Poder decirle, porque no me deja, que la vida es un montón de confusión pero que estamos acá sólo para pasarla bien.
Te quiero como pocos, ni siquiera yo entiendo por qué tanto y por qué todavía.
Me parece que hay un lazo que me une a vos desde otra vida.
Me parece que hay un lazo que me une a vos desde otra vida.
