Calmando a la fiera

Dieta sana, pastillita y silencio para calmar a la fiera. Pero la fiera sigue ahí. El recuerdo, lo que no se quiere ir, lo que no deja avanzar, la nostalgia de algo que fue y ya no es más. La fiera sigue ahí. Mejor sería despertarla y en medio de su furia susurrarle al oido: "no hay nada para vos, ya te podés ir". Y todo se hace más liviano, verla ir, no es sencillo, pero es más sutil.

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